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España
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Cada vez más, la fotografía gastronómica se va convirtiendo en puro arte, en pura inspiración. Conseguir que el cliente desee probar ese plato al instante a través de fotografías que seducen sus 5 sentidos es una tarea que precisa de creatividad y emoción.
Hoy día no es suficiente con cocinar un buen plato o manejar una excelente materia prima. Hay que ir más allá y componer imágenes que le hagan justicia, que aporten valor a ese trabajo y no le resten. La versatilidad de la fotografía y su poder a la hora de mover a las personas a la acción son cualidades que ayudan a este fin.
Este taller de fotografía gastronómica está especialmente dirigido a empresas de restauración que quieren mostrar unas buenas imágenes de sus productos culinarios de cara a sus clientes actuales o a sus clientes potenciales, tanto en páginas web como en redes sociales. También a bloggeros de cocina que quieren mejorar la calidad de las imágenes que publican; escuelas de cocina y, por supuesto, aficionados a la fotografía en general que quieren indagar en nuevas experiencias.
A lo largo de cuatro sesiones, se profundizará en diferentes temas, empezando por cómo manejar una cámara réflex: velocidad, diafragma e iso; se estudiarán las ópticas adecuadas, el balance de blancos y modos de disparo, las reglas de composición fotográfica y los ángulos para que las imágenes tengan éxito. Se responderán preguntas como cuál es el comportamiento de los alimentos y cómo se han de iluminar las fotografías gastronómicas. La importancia del elemento humano, el color o el papel del estilista culinario serán otros temas a tratar. Finalmente, se analizará el modo de seleccionar elementos para preparar bodegones y se estudiará el shooting (clave alta y baja) y algunas apps de edición.
Rocío Pérez Rodríguez es fotógrafa y fundadora de Click and Dream, empresa especializada desde 2014 en fotografía infantil y de familia y gastronómica. Absolutamente convencida del poder de la imagen y apasionada de su trabajo, Rocío asegura tener una misión en la vida: hacer felices a los demás a través de las imágenes. Con esta filosofía vital, hace 5 años decidió reinventarse y dedicarse por entero a la fotografía, desde entonces mi cámara vive permanentemente pegada a mí. Actualmente, ayuda a capturar los momentos más felices de las familias que la contratan y contribuye a mejorar la imagen de producto de las empresas de alimentación y/o restauración, ya que su otra especialidad es la fotografía gastronómica.