Cleopatra (Cecil B. De Mille, 1934)

La última película del año en el Cineclub del 27 -integrada en el ciclo La imagen de la mujer en el cine de los años 20 y 30 – es uno de los grandes éxitos de Cecil B. De Mille, Cleopatra.

Es también uno de sus primeros títulos sonoros rodados en estudio con exquisita iluminación al servicio de un glamour evocador. Finalmente, es un título nacido el año de la entrada en vigor del Código Hays que, entre otros preceptos, perseguía las procacidades en pantalla y que De Mille era experto en esquivar.

Como estrella para el personaje titular, modelo de las “femmes fatales” de la historia, escogió a Claudette Colbert que, como Popea, ya había protagonizado las escenas más picantes de El signo de la Cruz del mismo director y ya proyectada en este Cineclub del 27. Colbert ganaría aquel mismo año el Oscar de Interpretación Femenina por Sucedió una noche, primera cinta en reunir los cinco premios mayores.

La cinta abunda en escenas sugestivas como la red de pescadores llena de hermosas venus provistas de ostras con perla dentro o la espectacular entrada en Roma. Las batallas llaman la atención por su complejidad y empleo de la elipsis.

Pero no hay que engañarse; la lección de historia está en otro lado. La película rebosa un ambiente de onirismo y refinamiento sin dar respiro al público con un gran sentido del espectáculo basado en el ritmo y la elegancia.