Avenida de los Guindos
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Boza, crecida en el circuito de salas para cantautores de ciudades como Málaga y Madrid, presentó credenciales con ‘La mansión de los espejos’, un disco con algunas canciones interesantes pero, quizá, demasiado enclaustrado en la ortodoxia musical y algo carente de una personalidad rotunda. Tras unas dramáticas luchas (personales y profesionales) que ha descrito con inusitada sinceridad, la artista de La Línea de la Concepción reseteó su carrera y empezó de cero, sola, buscándose en sus canciones y, algo muy importante, en su sonido. Un sonido cuyo crédito, enfatiza ella con toda justicia, es enteramente suyo (compone, arregla y produce) y por tanto, en sus virtudes y defectos, ofrece una visión más precisa de quién es realmente Carmen Boza.